Ola de calor en Madrid

J. L. Gamallo. A los que disfrutan con el calor no pueden desde luego quejarse, el mes de julio ha entrado con unas temperaturas no altas, altísimas. Ninguna parte de España se ha librado de esta impresionante andanada. La cosa se empezó a finales de junio donde en Madrid llegamos a los 39,7º el nivel más alto alcanzado por Madrid en ese mes (si sirve de consuelo en Córdoba llegaron a los 43,7º). Ya hubo una primera la a comienzos de junio, y para este fin de semana se prevee otra generosa andanada de calor, a la que Madrid, a la entrada de la Mancha no escapará y veremos como suben vertiginosamente las temperaturas. Por las mañanas hasta las 10 se puede estar por la calle sin excesivo agobio, pero a partir de esa hora ya es preciso buscar la sombra. Una cosa que hay que agradecer al alcalde Álvarez del Manzano es la gran cantidad de árboles que plantó por muchas calles del centro de Madrid que carecían de los mismos. Al cabo de los años han crecido lo suficiente para dar una sombra agradable a los agobiados transeuntes y paseantes. Hoy Madrid ha alcanzado los 38º, y para mañana y el domingo bajará la temperatura un gradito. ¿Donde refugiarse en las horas de máximo calor? Una buena opción es meterse en unos grandes almacenes a disfrutar del aire acondicionado, pero a condición de no dejarse tentar por lo que se exhibe delante de nuestros ojos. Una buena cafetería para tomarse una horchata o un granizado de limón son otras buenas opciones. Si se es alérgico al aire acondicionado, los parques de Madrid son lugares idóneos para defenderse del calor. Ubicado en el centro de la capital, el Retiro, aparte de sus valores paisajísticos y naturales, con sus grandes arboledas centenarias, se convierte en un lugar excepcionalmente agradable para soportar la canícula veraniega. Pasear bajo las acacias, los castaños de Indias, los sicómoros y demás especies arbóreas del Retiro supone una agradabilísima experiencia. Otros parques madrileños son el del Oeste en Moncloa, que también tiene una espléndida masa arbórea. Los jardines del Campo del Moro son otra buena opción, aparte de su gran belleza. Cerca del aeropuerto de Barajas, un jardín excepcional, son los del Capricho, aunque tienen el inconveniente que sólo están abiertos los sábados y los domingos. lComo todos sabemos, Madrid carece de playa, como decía una famosa canción de los años de la movida, pues el agua es uno de los mejores medios para soportar el calor. Aunque ya no hay piscinas privadas en el casco urbano, las piscinas municipales pueden ser una solución para los que se quieran dar un bañito, aunque los fines de semana suelen estar sobresaturadas. En Madrid Río se construyó una especie de "piscina" somerísima con refrescantes chorros de agua que surgen del suelo y que hacen las deliicias de los niños. También hay un solarium, donde por módico alquiler se puede tener una cómoda tumbona para todo el día. En el Manzanares, a su paso por Madrid, no resulta posible bañarse, como ocurrria hace un siglo pero hacia el Pardo y Mingorrubio si resulta posible darse un chapuzón en el entrañable río capitalino, o pasear o incluso pescar desde las orllas. Y que mejor lugar para una merienda, en un espacio natural, y con la posibilidad de avistar a alguno de los gamos que pueblan ese incomparable paraje. El monte del Pardo, gracias a que ha pertenecido a la corona desde el siglo XV se ha preservado milagrosamente y se ha librado de la especulación inmobiliaria. Un espléndido monte mediterráneo para el disfrute de los madrileños, y muy recomendable para los turistas amantes de la ecología y la naturaleza. Hace unos años hicieron furor las terrazas de la Castellana, pero que fueron obligadas a cerrar debido al jolgorio y el escándolo que formaban sus visitantes.