Los jardines Sabatini

J. L. Gamallo. El otoño es una de las mejores épocas para visitar Madrid, pues lo habitual es que el tiempo sea espléndido, en una especie de sútil verano que se resisite a morir. Este año está siendo especialmente casi caluroso, con temperaturas que han llegado a superar los 30º. El centro histórico madrileño estaba abarrotado de turistas que disfrutaban de este maravilloso otoño madrileño. Sin duda, los lugares más aconsejables para pasear durante estos son los bellos jardines con los que cuenta Madrid. Hoy quiero llamar la atención sobre uno de los jardines que cuentan con uno de los más bellos e increibles emplazamientos: los jardines Sabatini, ubicados en la fachada oriental del Palacio Real, salvando el desnivel entre el Campo del Moro y la plaza de Oriente. Aunque no son muy grandes, cuenta con unos espléndidos magnolios y altísimos pinos, así como con una de las vistas más espectaculares del Palacio, con la cúpula de la capilla real en el centro. Un estanque rodeado por algunas de las estatuas de reyes españoles que deberían haberse colocado en el techumbre palatina, se abre como una mágico espejo donde se refleja la fachada. Se trata de una de las vistas más espectaculares del Palacio, sobre todo si se tiene encuenta que con todas son magníficas, descollando la albura de la piedra blanca de Colmenar de la fábrica palatina con la rica ornamentación de pilastras, columnas adosas, frontones y escudos regios. Yo recomendaría visitar los jardines Sabatini hacia el atardecer, pues es posible disfrutar de alguna increible puesta de sol. Además con los últimos estertores solares, se encienden la iluminación nocturna del Palacio, y la gran fachada hacia los jardines Sabatini adquiere una nueva perspectiva, la gran casa de los reyes de España, se yergue como una especie de telón pétreo en la belleza de la noche madrileña, poniendo un cierre isn igual a los jardines Sabatini.