El Hyundai Fan Park Madrid en la explanada del Bernabeu acoge a los forofos de la selección española

J. L. Gamallo. Hace un par de años la explanada frente al estadio del Real Madrid, el Santiago Bernabeu, estratégicamente ubicada en la plaza de Lima (paseo de la Castellana, fue el sitio elegido para instalar la Hyundai Fan Park Madrid, donde se instalaron dos pantallas gigantes desde las cuales seguir los partidos de la selección española durante los mundiales de Sudafrica, en los cuales nuestra selección se proclamó campeonísima.

Inmersa ahora la selección en la Eurocopa 2012, que se celebra en Polonia y Ucrania, Hyundai ha vuelto con sus instalaciones al Bernabeu y poder disfrutar de los partidos en en pantallas ciclópeas. El domingo, cuando España se jugaba el pase a la semifinal, enfrentada ni más ni menos que a Francia, que siempre ha mirado a su vecino transpirenaico de aquella manera, y en lo deportivo mejor no hablar.

Aún está fresco el recuerdo de los programas del guiñol donde los deportistas españoles aparecían como adictos a las drogas y el dopaje. Así, las ganas eran muchas. Esa tarde es para el recuerdo, y miles de madrileños (dicen que más de 30000) se congregaron para asistar a lo que habría de ser una memorable victoria, donde el tolosano del Real Madrid, Xavi Alonso, le metió dos golecitos a Hugo Lloris, el portero galo.

Es de imaginar la euforia que se desató esa noche en la Castellana y las calles de la villa y corte. Como es habitual en este tipo de concentraciones los forofos de la selección iban ataviados la mayoría con los colores de la selección, la camiseta roja, y otros añadían vistosas pelucas, gorros, se cubrían con la bandera rojigualda, se pintaban los colores por la cara, la espalda, etc.

En fin, hay que reconocer que entre el "maromismo" hispánico aún tiene elevadas dosis de "garrulez" y "gañanismo", nuestras chicas estaban todas monísimas y muy arregladas, conjuntando de manera perfecta todos los diversos elementos que demostraban que eran superespañolas y furibundas seguidoras de la selección.

Son un regalo visual, así como ver desplegada sin complejos la bandera nacional, que antes había que exbirla vergonzosamente y dando todo tipo de explicaciones, por todos los lugares y que es llevada gozosamente por nuestra juventud sin esconderla, mostrándola con orgullo y satisfación.

Seguro que Carlos III estaría muy satisfecho de ver como su bandera siga palpitando en el alma de los españoles. Cuando sonó la Marcha Real, antes de iniciarse el partido, los asistentes corearon a pleno pulmón el "chunda, chunda, chunda" con el que popularmente se sigue el himno al carecer de letra.

La jornada no pudo ser más satisfactoria, y por unos momentos la difícil situación fue olvidada, y todos esperamos anhelantes el miércoles para el partido contra nuestros hermanos portugueses, y que supondrá el paso a la final para el enfrentamiento definitivo contra Alemania.