Museo Sorolla. La luz del Mediterráneo en Madrid.

J. L. Gamallo. Seguramente que si hubiera que elegir cuales serían los grandes pintores de la historia del arte español,  Velázquez, Goya y Picasso formarían la terna ganadora, sin duda. Si hubiera que buscar algún otro, a lo mejor habría más motivo de discusión, pero con toda justicia se podría incluir la figura del valenciano Joaquín Sorolla (1863-1923), cuya estela domina la pintura española en el cambio de siglo, conociendo el éxito, la fama y el prestigio. Su incomparable arte destaca en retratos, tipos populares españoles, y extraordinarios paisajes y escenas de playa, brillando en ellos el resplanador del sol español. Su pintua tuvo un éxito extraordinario tanto en América como en Europa, retratando a las principales personalides, incluyendo al rey de España, Alfonso XIII, cuyo retrato en traje de húsar, es de los mejores del monarca. Desgraciadamente no llegó a retratar a la reina Victoria.

En Madrid, en el Paseo del General Martínez Campos, 37, en 1911, Sorolla construyó su casa estudio, según planos de Enrique María de Repullés, aunque, como no podía ser menos, Sorolla tambien intervino en el diseño, separando la zona familiar de la de trabajo, formada por tres estudios encadenados, así como en la fachada. Una visita al Museo permite respirar el ambiente en el que vivió Sorolla, así como admirar una de las mejores colecciones de pintura del artista. Su viuda, Clotilde García del Castillo lo legó a la nación española en 1925.

La parte más impresionante resultan los tres estudios encadenados, especialmente el último, de grandes dimensiones, radiante de luz, en cuyas paredes cuelgan algunos de los cuadros más famosos. Se conservan los pinceles de Sorolla. En la planta baja está la zona social, con un amplio Salón, con un gran ventanal acristalado que da la jardín, el Comedor, una pequeña Sala Antecomedor.Se conserva los muebles y la decoración original, con abundancia de esculturas en bronce, antigüedades, cerámica, etc.

En la planta superior, donde estaban las habitaciones, se han habilitado cuaro salas donde se exponen en orden cronológico diferentes obras caracerísticas del pintor. La última parte de la casa se articula entorno al Patio Andaluz, donde estaba situada la cocina y en cuyos basares se exibe buena parte de la colección cerámica de Sorolla. El jardín, por último, también se debe a la inspiración de Sorolla, que tomó como ejemplo los Reales Alcázares de Sevilla y el Generalife granadino, incluyendo algunos detalles italianos. Los arrayanes provienen de la Alhambra. Así, abundan las fuentes, los emparrados, y repoducciones en bronce de estatuaria clásica, sobre columnas. Uno de los Museos más desconocidos de Madrid, pero de los más interesantes de visitar. Para los amantes de la bella y luminosa pintura de Sorolla la visita es ineludible.

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