Los Alba. Epítome de la Historia de España.

J. L. Gamallo. Como correspondía a su altísima prosapia nobiliaria, se han celebrado los funerales de la XVIII duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, en la catedral de Sevilla. Ha sido el oficiante el cardenal emérito sevillano, monseñor Amigo, yasisió la infanta Elena en representación de la Familia Real. Además, lógicamente del duque viudo, y sus hijos y nietos, había repreentantes del gobierno y del ayuntamiento de Sevilla. La ciudad acompañó al cortejo fúnebre en todo su recorrido, dando muestras del gran cariño que tenía a la fallecida Cayetana, que amaba a Sevilla más que a nada en el mundo. Peculiar el caso de esta mujer, la noble más noble de España, perteneciente a la familia de más rancio abolengo, y poseedora de tal cantidad de títulos y Grandezas de España que produce vértigo, amen de poseedora de un patrimonio a la altura del linaje. pues si parecía que habría de representar el papel típico de aristócrata y madre de familia numerosa, cuando se quedó viuda prematuramente, se vio al frente de la Casa de Alba y seis hijos a los que sacar a delante, y lo consiguió. También descubrió una nueva vida, y como decía ella, se puso el mundo por montera y rompió las barreras aristorcráticas, mezclándose con flamencos, artistas, toreros y toda la farándula posible, Y por si fuera poco, se casó otras dos veces, con hombres bastante más jòvenes que ella. Su último matrimonio con Alfonso Díez, en el 2011, cuando contaba 85 años fue especialmente sonado. El duque ha asistido dignamente a las exquias de su esposa, y sin arrogarse ningún protagonismo excesivo. La duquesa ha vuelto a ser el centro de la noticia, y se han repasado todos los datos más sginificativos de su biografía, incluidos los más controvertidos sus títulos, sus palacios, sus obras de arte, sus tierras, etc. Pocos han sido los aspectos que no han salido a la luz, así como los orígenes del ducado de Alba, en los finales de la Edad Media, durante el reinado de Enrique IV. Desde ese momento siempre hubo un duque de Alba al lado de un rey de España, formando parte de del círculo más restringido del monarca. La Casa de Alba tenìa el privilegio de recibir la ropa que llevara el Rey cada 6 de enero. A diferencias de otras casa nobiliarias, los Alba han conseguido mantener buena parte de su patrimonio, así como su influencia, ahora básicamente social. El padre de la duquesa fue dos veces ministro con Alfonso XIII, que con la reina Victoria fueron sus padrinos. Ahora todo el patrimonio es una Fundación lo que asegura que éste se mantendrá virtualmente intacto