Fiestas y recuerdos del 2 de mayo madrileño. Napoleón, Goya y José I Bonaparte en Madrid

J.L. Gamallo. Uno de los acontecimientos más significativos de la historia reciente de Madrid ocurrieron hace unos doscientos años, cuando, de una manera sorprendente, el pueblo de Madrid se alzó contra el ejército francés, que prácticamente había ocupado toda España, dentro de los planes de Napoleón de establecer un bloqueo continental contra Gran Bretaña, la única potencia europea que se oponía a sus designios.

La opinión del francés sobre España y los españoles era mala, y no nos consideraba un oponente a considerar. Sólo le interesaba realmente su posición y la armada, la segunda más poderosa del contienente. Sobre el ejército la opinión era muy negativa. Después de domeñar a prusianos y austriacos, no pensaba que los españoles fueran capaces de enfrentarse a sus veteranas y aguerridas tropas. Pero se equivocó de medio a medio.

Aprovechándose de los enfrentamientos de la Familia Real, había conseguido que se transladara a Bayona, y que la corona de España pasase a su hermano José, que habría de reinar como José I, y con el ejército de ocupación francés como garante de su poder. Pero las cosas no pasaron como el corso había diseñado para su nuevo imperio europeo.

Todo se transtocó cuando el 2 de mayo de 1808 los madrileños se alzaron de manera inesperada atacando a franceses y mamelucos. Este acontecimiento quedó plasmado en los pinceles de Goya, cronista sin igual de aquellas jornadas y de aquella durísima guerra, donde los franceses cometieron todo tipo de tropelías, robos, saqueos, profanaciones, fusilamientos, etc. España, y luego Rusia, supusieron la quiebra de su poderío.

En el Madrid moderno aquellos sucesos forman parte del recuerdo ya, y los visitantes pueden recorrer algunos de aquellos lugares que fueron los protagonistas del levantamiento, y admirar diversos monumentos e inscripciones que los perpetuan en la memoria. El primer lugar para visitar es , sin duda el lugfar más conocido de Madrid,la Puerta del Sol, donde se produjo la famosa carga de los mamelucos, que inmortalizara Goya.

Con motivo del primer centenario del levantamiento el Círculo de Bellas Artes colocó un bella inscripción conmemorativa en la fachada de la Real Casa de Correos (actual sede la Presidencia de la Comunidad) que dice:

A los / héroes populares / que el 2 de mayo / de 1808, / riñeron / en este mis lugar / el primer combate / contra las tropas / de Napoleón. / El Círculo de Bellas Artes / 1908.

El siguiente lugar a considerar es otro de los lugares más visitados de Madrid, el impresionante Palacio de nuestros Reyes, iniciado por Felipe V, y que pudo ser habitado a partir de Carlos III. Delante de su fachada fue donde dio comienzo la tragedia.

Transladada la Familia Real a Francia, en Madrid sólo quedaban los miembros más pequeños, María Luisa y Francisco de Paula. Al salir la comitiva del Palacio, el infante Don Francisco de Paula comenzó a llorar, los madrileños se lanzaron sobre los coches para desenganachar los tiros e impedir su marcha, al grito de "Que nos lo llevan". El levantamiento había comenzado y seextendió como un reguero por Madrid.  Otra inscripción de 1908, colocada en el exterior del Palacio, también recuerda aquel momento:

A los héroes populares que / el 2 de mayo de 1808 / iniciaron en este mismo lugar / la protesta y sacrificio contra / las tropas extranjeras. / El Círculo de Bellas Artes 1908. / Repuesta por el Ayuntamiento de Madrid 1947

La sublevación prendió entre los elementos populares, ante la indiferencia de las élites. Sin armas era difícil enfrentarse al ejército vencedor de Europa sólo con navajas.En el principal cuartel de la capital, el parque de Artillería de Monteleón, en el actual barrio de Malasaña. algunos oficiales, encabezados por los oficialesDaoíz, Velarde, y Ruiz, ante la oposición y pasividad de los mandos, entregaron las armas al pueblo y sublevaron el Cuartel, que resitió heróicamente el ataque de las tropas del general Lefranc. En la batalla se distinguieron las madrileñas Manuela Malasaña y Clara del Rey.

En lo que fuera el Cuartel, su sitio está ocupado por la popular plaza del Dos de Mayo. Se conserva la que fuera la puerta de entrada y un grupo escultórico con dos figuras masculinas (obra de Antonio Solá), de gusto neoclásico, recuerda a los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, que allí cayeron. Otra inscripción recuerda su gesta:

A los héroes populares que / el 2 de mayo de 1808, / Auxiliando a los soldados de los inmortalesDaoiz y Velarde, pelearon aquí por / la independencia de la Patria / contra las fuerzas de Napoleón. El Círculo de Bellas Artes 1908.

Otro protagonista de aquella jornada memorable fue el teniente Jacinto Ruiz, que gravemente herido en la batalla del parque de Monteleón, pudo huir de los franceses, aunque moriría a causa de las heridas en 1809 en Trujillo. En 1909 sus restos fueron transladados solemnemente al monumento, obra del gran escultor Mariano Benlliure, que se le erigió en la Plaza del Rey, donde puede ser aún admirado. En una cara del pedestal se lee: A / Jacinto / Ruiz / teniente  /de  / infantería. En la otra: El / ejército / español a uno de sus / héroes / 11 de mayo / MDCCCXCI.

Coincidiendo con el primer centenario del Dos de Mayo, el rey Alfonso XIII, inauguró otro monumento escultórico, obra de Aniceto Marinas, dedicado: Al Pueblo / del / Dos de Mayo / de / 1808, según reza la inscripción del pedestal, situado cerca de la Plaza de España y cerca de la montaña del Príncipe Pío, uno de los lugares de la represión francesa.

La obra es impactante, sobre un cañón se alza una Victoria con la bandera, y delante un desafiante oficial del ejército, y a sus piés hay un niño que llora, y dos madrileños caidos en la lucha.

El Dos de Mayo está unido a la obra de Goya de una manera inseparable, mostrando por primera vez en la pintura occidental la verdadera crudeza de la guerra, y de la posterior represión, algo completamente inédito en el arte europeo. Los franceses respondieron al levantamiento con fusilamientos masivos de madrileños en el Salón del Prado y en la montaña del Príncipe Pío, durante los días 2 y 3 de mayo. Concluida la guerra, se tomó la decisión de levantar un monumento a los caidos durante aquel memorable día. La obra se concluyó durante la regencia de María Cristina, en 1840, siendo obra de Isidro González.

El monumento puede ser admirado en la denominada Plaza de la Lealtad, entre Cibeles y Neptuno. De estilo clasicista, una escalinata lleva a un gran zócalo con un sarcófago con las cenizas de los fallecidos del Dos de Mayo, coronado por un medallón laureado con los perfiles de Daoízy Velarde; encima un pedestal con cuatro estatuas alegóricas (Virtud, Patriotismo, Constancia y Valor), sobre el que se yergue un obelisco. Durante el reinado de Juan Carlos I se ha reconvertido en el Monumento a los Caídos por España, en cuyo honor arde una llama permanente.

La última etapa del recorrido histórico es el cementerio de la Florida, muy cerca de la ermita de San Antonio, cuya cúpula, en días más felices pintó Goya. En esta recoleta necrópolis fueron enterrados los 43 patriotas fusilados por orden de Murat el día 3 de mayo en la Montañá del Príncipe Pío.

Al cabo de nueve días de permancer insepultos, secretamente, los hermanos de la Cofradía de la Buena Dicha los transladaron al cementerio. A pesar de su sencillez, el lugar, con diversas lápidas conmemorativas tiene una gran carga emocional. Cualquier amante de la Historia no debería de obviar su visita, aunque, desgraciadamente, sólo es posible visitarlo cada Dos de Mayo.

PD: J.C. Gamallo. Algunas de las fotografias representan la ocupación francesa de España. Dicho escenario se monta cada año en Móstoles en su Plaza de España. Dicha localidad cercana a Madrid está muy unida al Dos de Mayo, ya que su alcalde, Andrés Torrejón, al conocer los sucesos de Madrid, declaró la guerra a Napoleón. Alternativamente al hecho histórico hay conciertos de música, asi com un ferial con chiringuitos y atracciones.