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J. L. Gamallo. El lunes, los españoles y por ende, los madrileños, nos despertábamos con una noticia sorprendente, y que en pocos minutos daba la vuelta al mundo: la Majestad Católica del Rey de España, Juan Carlos I, abdicaba de la corona, que pasaba a su hijo y heredero, el Príncipe de Asturias, que habrá de reinar con el nombre de Felipe VI. La notica y los comentarios a la abdicación real corrieron y surgieron como un reguero trepidante de pólvora.

J. L. Gamallo. Con más pena que gloria pasaron las elecciones al parlamento europeo. Y no sólo en Madrid, sino en general en toda Europa. En Madrid, en la jornada de reflexión todo el mundo estaba pendiente de la final de la Liga de Campeones entre los dos equipos de la capital, el Real Madrid y el Atlético, con el resultado de todos conocidos.

J. L. Gamallo. Me parece que en estos momentos debe haber pocos sitios en el mundo que no sepan que el Real Madrid se ha convertido en el nuevo Campeón de Europa, que es como decir del Mundo, sin duda. Después de un partido de altísima tensión, enfrentado a su eterno rival de la villa y corte, el Atlético de Madrid, al que vencía amplísimamente, el Real, el equipo de fútbol por antonomasia, conseguía la décima copa de Europa, una cifra difícilmente alcanzable.

J. L. Gamallo. Casi hasta el mismo final de la Liga estuvo pendiente quien sería el campeón, y ha sido un equipo madrileño, el Atleti el que ha alcanzado el triunfo después de empatar con el Barcelona, y después de que el Real Madrid, que aparentemente lo tenía de dulce para ser el ganador, se titarará en marcha de la competición. Así el "humilde" Atleti hizo cara a los dos grandes, y se convertía en Campeón de Liga, ante el asombro de sus sus seguidores y contrincantes. Desde 1995 el equipo no ganaba la Liga Española.

J. L. Gamallo. Un año más madrileños de toda la vida, o recien llegados hemos vuelto a celebrar a San Isidro Labrador, querido patrono de la Villa y Corte, el quince de mayo. A pesar del gran desarrollo y crecimiento de Madrid, con la llegado de miles de nuevos habitantes, que no tenían porque conocer y sentir la tradiciones madrileñas, la fiesta de nuestro humilde Isidro parece firmemente asentada.

J. L. Gamallo. Aún siguen sin estar claros los motivos por los cuales Felipe II se fijo en Madrid, una villa sin historia memorable ni especial importancia, para elegirla como capital de su vasto y dilatado imperio, teniendo muy cerca otras urbes con una historia mucho más destacada y acrisolada antigúedad, como Ávila, Segovia, Alcalá, y de manera especial Toledo, donde su padre había construido un palacio que no llegó a habitar.

J. L. Gamallo. Sin duda la Puerta del Sol es el lugar más conocido y emblemático de Madrid, la plaza popular por antonomasia, uno de los sitios por antonomasia para quedar los fines de semana. Es nuna plaza ónfalos, donde es posible ver a todo tipo de gentes y transeuntes, incluidos diversos espectáculos de grupos musicales variopintos, magos, malabaristas, propagandistas, etc. Un extraordinario florilegio de elementos llamativos y heterogéneos. Nadie quedará defraudado.

J. L. Gamallo. Una año más se ha producido el "milagro" de la Semana Santa de Madrid. Aquél extraordinario suceso que acaeció en la Palestina del siglo I, cuando fue condenado a muerte, con la aquiesciencia del poder romano, Jesús de Nazareth. Los evangelios nos han dejado un prístino testimonio de aquello tres días de pasión, tortura, muerte y resurreción de Cristo, y los cristiano un año más hemos conmemorado en nuestras calles los distintos episodios de aquel acontecimiento que cambió la historia del mundo.

J. L. Gamallo. Desde los sectores más relacionados con el turismo, como el de la hostelería y la restauración, se había elevado voces de queja ante la aparente indiferencia de la Comunidad de Madrid ante la bajada del turismo en Madrid, sobre todo si se compara con la gran afluencia turística de Barcelona. Parece que la Comunidad va a dejar de hacer oídos sordos al problema, y va acometer un plan integral para mostrar allende nuestras fronteras las excelencias tan varidas y de primera calidad de las que goza Madrid.

J. L. Gamallo. Por fin, después de 6 años de espera y de obras, el Museo Arqueológico Nacional abría sus puertas, y la coincidencia con el funeral de Estado del presidente Adolfo Suárez, impidió que la Reina de España oficiara la reapertura.