Rosas en concurso en el parque del Oeste de Madrid

J. L. Gamallo. El mes de mayo es uno de los más apropiados para visitar Madrid, pues aún no hace el calor que muchas veces agobia en julio y agosto, y además celebra sus fiestas patronales en honor del Santísimo San Isidro, con múltiples actividades interesantes.

Aparte de la feria taurina, conocida en todo el mundo, uno de los actos más bellos, es el concurso de rosas que se celebra en la bella Rosaleda del parque del Oeste, y que este año ha llegado a su quincuagésima sexta edición. Independientemente del concurso internacional, conviene acercarse a la Rosaleda madrileña si se quiere disfrutar de un espectáculo de asombrosa e inusitada belleza.

Los amantes de la naturaleza y las flores tienen una visita obligada. Rosas en todos los colores imaginables, desde el níveo blanco, al burdeos oscuro, pasando por rojos, naranjas, violáceos, de dos o tres tonalidades. De todos los tamaños, y con los pétalos cerrados o abiertos del todo. Si una imagen vale más que mil palabras en el caso de la Rosaleda el aserto está más que indicado. Las fotos pueden permitir hacer una idea de lo que ha conseguido el paciente trabajo de exquisitos artistas de la flor durante años.