El "Monumento" de Maja Bajevic en el Palacio de Cristal de El Retiro: "Continuará".

J. L. Gamallo. Los jardines de El Buen Retiro son tan hermosos que cualquier excusa es buena para acercarse y disfrutar de los mismos. Algunos  de sus árboles, como los castaños de Indias ya preludian el otoño y empiezan a cambiar la tonalidad de sus hojas. Además si a uno le gustan las últimas tendencias artísticas, en el Palacio de Cristal, el Museo Reina Sofía suele montar exposiciones o instalaciones de gran envergadura, como la que ahora se puede disfrutar en el suntuoso y noble Palacio de Cristal, en uno de los entornos más bellos y paisajísticos de los jardines, debida a la artista sarajeviina Maja Bajevic, qeu se exilió a Francia durante el crudelísimo enfrentamiento bélico que asoló a Bosnia durante los años 90. Su obra artística, como no podía ser de otra forma, está marcada por aquella dura experiencia.

En su obra hay una reflexión sobre los símbolos políticos del pasado y el presente, en cualquiera forma. Aquí aparece el tema del cambio como eje constante de la Historia. El centenario Palacio de Cristal es considerado como una Bella Durmiente, una dama de sociedad elegantemente ataviada y adormecida, donde introduce una serie de mensajes dirigidos a las masas originados entre 1911y 2011. La instalación es grande y compleja, con diversos niveles.

Una instalación sonora debia a la banda Nedim Zlatar, donde se entonan a capella diversas consignas o eslóganes, mezclado con el canto de los pájaros. La parte principal es una gigantesca construcción, como una especie de búnker  grisáceo, con cinco pantallas de plasma, en la parte superior a modo de friso, con escenas de multitudes caminantes y pasos perdidos.

Los vídeos responden al título de  Wende, término alemán utilzado para aludiar a los sucesos de la caída del Muro de Berlin. Un andamio permite acceder a esta parte de la instalación. El coronamiento está vacio, una gran plataforma que concluyen en un empinado tobogán, de manera que si se tiene ánimo lúdico se tira uno por la rampa o se  da la vuelta para bajar por el andamio pasando por delante de las pantallas plásmicas.

En una esquina hay un andamio que en teoría permite acceder a los ventanales, aunque una cuerda impide el ascenso.  No es una obra de arte al uso, evidentemente, ni nada que uno se pudiera llevar para el salón de su casa. Realamente es difícl dilucidar si lo que se ve es bello, como una Afrodita o un Apolo clásico. Es una representación donde se conjugan diversos elementos que te hacen vivir una experiencia diferente, donde aparte de oir y ver se pùede jugar, lanzándose por el tobogán. Aunque le pueda defraudar el monumento, el conjunto es en sí tan hermoso que el desplazamiento merece la pena.