Hostal HorizonteBlog / Delicias navideñas para Fin de Año. Madrid para golosos.
Delicias navideñas para Fin de Año. Madrid para golosos.
J. L. Gamallo. El maravilloso misterio de la Nativad ha dado lugar a uno de los más hermosos corpora de la Historia del Arte. Literatos, escultores, pintores, arquitectos, músicos, dieron lo mejor de su inspiración para plasmar en sus obras alguno de los exiguos pasajes evangélicos del Nacimiento e Infancia de Jesús. Sólo por citar a algunos: Lope, Calderón, Velázquez, Zurbarán, Rubens, Corelli, Liszt, Bach, sólo por citar a algunos.
Pero la Navidad, también en otra instancia, en el campo de la gastronomía ha dado lugar a creaciones realmente sublimes.En Madrid, durante la Navidad, visitantes ocasionales y turistas no deben de perder la oportunidad de degustar una serie de ricas tentaciones que prácticamente sólo se pueden degustar en estas fechas.
Buena parte de las pastelerías madrileñas en sus obradores elaboran los dulces navideños de manera artesanal, más costosos, claro, pero mucho más ricos que los de producción industrial. En el centro de Madrid están las pastelerías más antiguas y tradicionales de la capital, donde se pueden adquirir turrones en una infinita variedad, polvorones, mazapanes, guirlaches, almedrucos, dulces de nuez, frutas escarchadas, pan de Cádiz, y un largo etc.
La maravillosa conjunción de almendras y miel, el turrón tiene en la centaria y famosa Casa Mira, en la Carrera de San Jerónimo, entre Sol y las Cortes, el lugar más famoso y codiciado.Los días previos a la Nochebuena se forman largas filas de madrileños con el fin de conseguir alguno de sus extraordinarios productos, turrones del blando y del duro, de frutas, guirlaches, delicias de nuez, anguilas, y un largo etc. de tentaciones a cual más seductoras. El turrón que se come en Nochebuena en la mesa real está surtido desde el siglo XIX por Casa Mira.
Si no se quiere esperar cola, muy cerquita, en la Puerta del Sol existen otras posibilidades igualmente magníficas. En la esquina con la calle Mayor, escoltada por los puestos de las loteras, se puede encontrar la popularísima La Mallorquina, que aparte de las trufas de chocolate, napolitanas, brazos de crema, de nata, de trufa, bombones, que se puede adquirir durante todo el año, añade a su oferta navideña turrones artesables, pan de cádiz, tocinos de cielo, anguilas. etc.
Como en Casa Mira, el escaparate es todo un pecado. En la misma calle Mayor, cruzando la Travesía del Arena, se puede llegar a otra de las pastelerías que ha perdurado desde la época alfonsina, El Riojano, que conserva todo la conservación de maderas labradas, espejos, márfmoles, dorados, de su rica oranamentación decimonónica. Nada de exiguos minimalismos. Toda una profusa decoración que nos retrotrae a época canovista, no en balde siguen elaborando las famosas pastas del Consejo y los azucarillos. Aparte de sus bizcochos de soletilla, bandas de hojaldre, pastelitos, y demás exquisiteces, en Navidad de su excepcional obrador salen excelsos turrones, mazapanez y anguilas.
Su pequeño y encantador salón de té, permite continuar la experiencia sentado cómodamente en un ambiente del Madrid decimonónico. No resultaría extraño coincidir con alguna famosa en alguno de sus veladores marmóreos. Para concluir, la Navidad concluye con otra maravilla el roscón de Reyes, extraordinario milagro recubierto de azúcar, almendras y frutas, que en su jugoso interior atesora una sorpresa.
Si en Madrid hay muchos establacimientos que elaboran riquísimos roscones, a los lugares mencionados ya conviene añadir, Gómez en la Avenida de los Toreros, la antigua pastelería de El Pozo, y Nunos en la calle Narváez. En buena parte de las caferías madrileñas se puede degustar cun chocolate con una ración de roscón regio, y se puede sentir uno como un auténtico rey. ¡Qué aproveche¡
- blog de Kamalus
- Inicie sesión para enviar comentarios