¿Eurochina en Torrejón de Ardoz?

J. L. Gamallo. Hay días en que los madrileños no salimos de nuestro asombro, unas veces positivo y otras negativos. Si hace pocos días ya se supo que el megacomplejo de ocio y juego, Eurovegas, se construiría en Alcorcón, los grandes competidores de los norteamericanos, un grupo empresarial chino se descuelgan con otra megaoferta para construir un hipercomplejo financiero, aunque incluiría otras muchas y diversas instalaciones, entre Torrejón de Ardoz y Paracuello de Jara, es decir en el norte, y en una estratégica situación al lado del Aeropuerto de Barajas. En Boadilla existe la ciudad financiera del Banco de Santander, pero es un recito cerrado, mas el que ahora proponen los chinos desbancaría en magnitud  y desmesura al recinto de Botín. Las cifras ofrecidas van en consonancia con el hiperbólico proyecto: una superficie de ¡12.000.000 de metros cuadros¡ y una inversión de ¡¡¡18.000.000.000 €¡¡¡, una propina, vamos. Aparte de las instalaciones bancarias y empresariales ineludibles, pues se trata de una ciudad financiera, también se construirían hoteles, viviendas, fábricas, instalaciones deportivas, entre ellas un campo de golf, museos, y hasta un hospital, de manera que los que trabajen o vayan de visita, encuentren de todo para relajarse y solazarse después de las duras jornadas de negocios. Entre los hoteles previstos habrá uno de siete estrellas, que será el colmo de los lujos imaginables. Muchos tenemos la imagen del polígono industrial de Calleja que concentra el "todo a cien" de las tiendas de chinos, y la mala imagen de baja y mala calidad de los productos orientales. En este nuevo complejo se quiere intentar lavar es imagen negativa y optar por productos de buena calidad. Así habrá un centro de transformación de productos con materia prima china, pero de primera calidad. De esta forma se venderían en Europa objetos de un nivel superior, aunque, lógicamente a precios más competitivos. Y aunque cada vez parece más el cuento de la lechera, pues también se prevee una planta de ensamblaje de coches, con piezas traídas desde China, pero que se montarían en Madrid. Todo es demasiado hermoso, pero esperemos que se cumplan estas fantásticas previsiones, especialmente a partir de marzo, cuando los chinos vuelvan a visitar lo terrenos. La Comunidad de Madrid ya se debe estar frotando las manos ante esta nueva perspectiva tan halagüeña, ahora en el norte de la capital.