La Procesión del Silencio en el Barrio de las Letras

J. L. Gamallo. En el atardecer del Viernes Santo la Hermandad de los Cruzados de la Fe, radicada en la capilla del Cristo de la Fe, en la calle de Atocha, organiza la Procesión del Silencio, que empezó a desfilar hace unos pocos años, y progresivamente sus imágenes titulares han ido encontrando un hueco cada vez mayor en la devoción de los madrileños. Es una procesión austera, compuesta por dos pasos, el del Santísimo Cristo de la Fe y el de la Santísima Virgen de los Dolores.

En comparación con otras procesiones, como la de la Macarena de Madrid, podría pecar de modesta. Así el paso del Cristo ni siquiera está dorado, y cuatro velas prestan su escasa luz a Nuestro Señor en la Cruz. Pero tal vez por esa casi ausencia de exornos, la imagen del crucificado resulta más sobrecogedora y nos recuerda más vivamente los terribles sucesos acaecidos en el Gólgota.

El paso es llevado por costaleros, y seguido por una banda de música. El paso de la Virgen de los Dolores, es un paso de palio, llevado por anderas. Son mujeres las encargadas de llevar a la Virgen en su estación de penitenicia. Ambos pasos están escoltados por los cofrades, de hábito morado y blanco. Hay también un pequeño grupo de señores con mantilla y peineta.

Cuando se inicia el atardecr la belleza y la intensidad de la procesión aumente sensiblemente, y al pasar delante de la iglesia de San Sebastián, el emoción y el misterio se producen los momentos de mayor belleza. Varios miles de madrileños seguimos con fervor y devoción en este Viernes Santos el recuerdo de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo hace ya cerca de 2000 años en Palestina.