La Navidad en Madrid

J. L. Gamallo. A pesar de la dureza de la crisis y de sus recortes, Madrid y los madrileños se aprestan a celebrar en la medida de lo posible el Nacimiento de Jesús. Las calles, las tiendas, las plazas se han adornado, aunque con algo más de austeridad. Pero no por eso hay que dejar de visitar los lugares más típicos de Madrid en estas fechas, que parecen querer mantener la alegría de otros años. El centro de Madrid sigue ofreciendo los mayores atractivos para visitar.

Al lado del Hostal está la plaza de Benavente, bellamente iluminada y con un interesante mercadillo de artesanía, que hará las delicias de las señoras. Justo al lado es preciso ir a la Plaza Mayor el epicentro de la vida madrileña en estos momentos. El bello conjunto monumento barroco, bajo la mirada regia y solemne de Felipe III, se han instalado multitud de puestos donde se pueden adquirir los elementos habituales de la Navidad: figuritas del Nacimiento, adornos de gran variedad de tipos, zambombas, panderetas, tamborcitos, guirnaldas, bombillas, musgo, abetos, disfraces, pelucas, caretas. La variedad es infinita.

No se puede venir a Madrid y perderse el ambiente tan magnífico en la Plaza, multitud de niños emocionados ante el bello espectáculo que se brinda ante sus tiernas miradas. Un tiovivo, después de una resignada cola, permite continuar la diversión. Las calles adyacentes a la Plaza continúan el aire de fiesta.El siguiente punto ineludible es la Puerta del Sol, que bajo la noble y neoclásica fachada de la Real Casa de Correos y la ilustrada efigie de don Carlos III, concentra a los visitantes que van al KM 0, a las vendedoras de lotería a la espera de conseguir el décimo que les cambie la vida el día del sorteo del Gordo de Navidad.

El espectáculo es variopinto e inusitado. Las máquinas de fotos funcionan sin parar. Los grupos se sitúan delante del oso y el madroño, del rey Carlos III, la mariblanca, el km 0, para inmortalizar ese momento que les hará recordar su estupenda estancia en Madrid. En la Real Casa de Correos está instalado un Nacimiento monumental, que bien merece esperar la colar para admirarlo.

Cientos de figuras, en un paisaje que recrea la Palestina del siglo I, rememoran aquellos momentos tan vitales de la historia de la Humanidad. Hacia el portal se dirigen pastores, menestrales, vaqueros, panaderos, etc, para adorar al Niño Dios. La comitivade los Reyes Magos surge majestuosa, con todo el aparato de la comitiva regia. En lontananza se yergue amenazante el castillo de Herodes. Mayores y niños se emocionan ante el bello montaje, y no es extraño ver a alguin con un nudo en la gargante.

No conviene pasar por alto un par de establecimientos que estan en la Puerta del Sol, por un lado la Mallorquina, y muy cerquita El Riojano, sendas pastelerías que despligan en sus escaparates las delicias que se atesoran en su interior: trufas, bartolillos, napolitanas, riojanitos, mazapanes, turrones, tartas, bombones de toda clase, bocadillitos, huevo hiladas, frutas escarchadas, roscones de Reyes, y muchas más cosas. La elección se antoja siempre difícil y se lo comería uno todo. Las calles de Arenal, Preciados y Carmen ofrecen a los visitantes y turistas una variada gama del comercio madrileño, Desgracidamente las tiendas tradicionales han desaparecido, siendo sustituidas por franquicias de marcas y bares.

El Corte Inglés es el gran imán del comercio de la zona, mastodonte omnívoro que subciona a todo tipo de gentes. En la fachada de la plaza del maestro Villa tiene instalado un clásico de la Navidad madrileña: Cortylandia, un montaje musical que aglomera a miles de personas durante cada día que está instalado.

Un poco más lejos del centro, en la plaza de Cibeles, en la nueva gigantesca sede del Ayuntamiento, se puede admirar el segundo Nacimiento más visitado de la capital, instalado en el centro del gigantesco edificio, recrea también el momento del Nacimiento de Jesús. Aquí es preciso aprovechar y subir a la torre del reloj para disfrutar de las mejores vistas de Madrid.

En el barrio de Salamanca está instalada la iluminación navideña más llamativay espectacular. Lo mejor es hacer la visita en algún autobús turístico, municipal o en un taxi. Es especialmente hermosa la de la calle Velázquez y la de Ortega y Gasset.

Por supuesto que la Navidad madrileña no se acaba aquí, y el Ayuntamiento tiene un completo programa de actividades para todos los gusto y edades, que culminarán el 5 de enero en la gran cabalgata de los Reyes Mayos que recorrerá las príncipales vías madrileñas, ante el entusiasmo de cientos de miles de niños, que esa noche dormirán mejor que nunca esperando los regalos de sus sueños.