Esplendor del Renacimiento. Los inicios de la moda italiana.

J. L. Gamallo. El Renacimiento, por muchos y variados concepctos, supuso eso, un renacer en la ajetreada historia de Europa, un intento de volver a recuperar algunos de los aspectos de la antigüedad clásica, que nunca había estado muerta del todo. Este nuevo espíritu tiene una rápido reflejo y desarrollo en el mundo de las artes visuales, la pintura y la arquitectura ven una nueva luz, y los órdenes clásicos reinan en iglesias y palacios.

Las violentas costumbres guerreras medievales se van dulcificando, y emerge un nuevo caballero, que aunque no abandona el ejercicio de las armas, se interesa por la música, la danza, la pintura, la poesía, lo cual tiene todo su reflejo en el famoso tratado "El cortesano" de Baltasar de Castiglione, donde de forma dialogado, varios interlocutores (una duquesa, una princesa, un cardenal, Cesare Gonzaga, el poeta Pietro Bembo, Giuliano di Medici, Ludovico di Canossa, Federico Fregoso y el Aretino),  describen como el nuevo noble ha de ser diestro en las armas y las letras, como se debe comportar la dama en palacio, etc.

En las cortes principescas italianas se da vida a este nuevo espíritu, que se difunde rápidamente por las cortes europeas. En España, Garcilaso de la Vega es el más perfecto ejemplo de guerrero-poeta, con un serio antecedente en Jorge Manrique. Esto se transluce también en la moda, y los usos italianos se difunden por Europa. Reyes y nobles se retratan en majestuosas composiones ataviados de suntuosos trajes y ricos aderezos, ilustrando su riqueza, poderío y linaje. Hace unos años la Fundación Generali inicó un caro proyecto de dar vida física a algunos de los lujosos trajes que aparecen en algunos de estos cuadros. El esfuerzo fue grande, pues era difícil conseguir los materiales, diseños, la técnica, etc.,

Los trajes de estos nobles eran piezas únicas, una forma de autorepresentación y autoafirmación de cara a sus enemigos y sus súbditos. Afortunadamente el duro empeño ha visto sus frutos, y es posible ahora en Madrid disfrutar de la exposición del Esplendor del Renacimiento, en el Instituto de Cultura Italiano, ubicado en el magnífcio e italianizante Palacio de Abrantes, en la madrileña calle Mayor.El éxito ha sido tan grande que ha la exposición se ha prorrogado hasta el 16 de octubre.

En verdad conviene no perdérsela. La muestra se inicia con el primer vestido que se confeccionó,el que luce Eleonora de Toledo, duquesa de Florencia, en el retrato que la hizo el Bronzino. El vestido es realamente esplendido, y fue dificíl de realizar. El hallazgo de una casulla con el mismo tipo de estampado allanó el camino. En el Salón de Actos está el montaje más espectacular, donde se recrea lo que pudo ser una coronación renacentista, con un impresionante traje de brocados con una larguìsima triple cola, que se dirige hacia un estrado donde hay un cardenal, acompañados de dos obispos y varios nobles, lo que permite disfrutar tambieén de los ricos ropajes de los príncipes de la Iglesia.

En la siguiente sala se reproducen varios trajes de nobles y principes en el momento de su boda, o su coronación. El de Isabella d'Este es realmente portentoso y bellísimo. Son muy suntosos los de la boda de Eleonora de Medici y Vincenzo Gonzaga, del que también se reproduce su fantástico traje ceremonial.

La exposición concluye con una recreación del banque del príncipe, rodeado de cortesano y damas, todos como recamados y costosos atavíos, ante un mesa repleta de manjares. Ciertamente esta moda sólo era asequible a reyes, nobles y príncipes. La burguesía aún seguí ocupando un lugar inferior en la escala social, por no hablar del pueblo, que se vestía con lo primero que tenía a mano. La calidad del noble se manifestaba rápidamente por las ropas que portaba, y hablaba de su calidad y su posición en la estratificada escala social.

Indtituto Italiano: http://www.iicmadrid.esteri.it/IIC_Madrid