El Belén del Real Convento de Santa Isabel (Madrid)

J. L. Gamallo. Uno de los principales atractivos que tiene la Navidad en Madrid es poder disfrutar de los belenes, esa maravillosa tradición que tiene sus orígenes en San Francisco de Asís, y donde se recrean las principales escenas del milagroso nacimiento del Niño Jesús.

Así tales como el empadronamiento, la búsqueda de la posada, el alumbramiento divino, la Anunciación a los pastores, los Reyes Magos, la matanza de los inocentes, la huida a Egipto, etc. La imaginación a la hora de montar el belén es infinita, y vale casi todo, siempre que se haga con respeto y fe, no en todos los sitios se cuenta con un belén napolitano. Pero si hay artesanos modernos que han creado escuelas y talleres, donde con gran estilo y exquisitez tallan y moldean bellas imágenes que adornan los mejores nacimientos de iglesias e instituciones oficiales de Madrid. La Asociación de Belenistas es el alma mater de todo este renovado renacimiento del belén, apoyando y ayudando con su experiencia a diseñar y montar los más famosos belenes de la Villa y Corte. El que montan en el Convento de las Agustinas Recoletas, en la calle Santa Isabel, merece plenamente la visita, no ya sólo por la iglesia donde se expone, un templo que data del siglo XVII, construido a instancias de la reina Margarita de Austria, sino por la calidad del belén, de estilo historicista, y con unas hermosas imágenes de uno de los principales imagineros belenistas, José Mayo Lebrija. Las figuras son de una gran calidad y realismo. Todo el montaje nos traslada durante unos instantes a la Palestina del siglo I. Con toda la animación y la vida que animaba a aquella sociedad entregada al culto al único Dios y que esperaba con ansia la llegada del Mesía. Ademas el convento está a escasos 10' andando desde el hostal, de manera que conviene hacer una visita a tan significativo lugar, tan cargado de historia.