Semana Santa en el centro de Madrid

J. L. Gamallo. Este año la Semana Santa se presenta especialmente temprana, y a finales de marzo devotos, curiosos, o admiradores del arte religioso podrán disfrutar de esa maravilla única que es la Semana Santa española. En Madrid desde hace ya unos cuantos años nuestra semana santa se ha visto revitalizada, y la asistencia de públicos a las procesiones ha subido de manera extraordinaria, a lo que hay que unir que Madrid se ha convertido en un objetivo turístico y de primera.

Aunque Madrid no es Sevilla ni Valladolid, la semana de pasíón madrileña tiene los sufientes atractivos para poder contemplar algunas procesiones significativas. Dada la ubicación estratégica del Hostal Horizonte, y como la mayoría de los desfiles procesionales de la villa y corte discurren por Madrid centro, no les supondrá mucho esfuerzo a nuestros huéspedes acercarse para disfrutar de los mismos.

Éstos transcurren por las calles del Madrid más historico (el de los Austrias y el de las Letras), calles estrechas, recónditas, con balcones y farolas, que dan luz a Cristo crucificado y a María Santísima, transmutada de dolor. Una experiencia esperitual y artística, absolutamente maravillosa que no conviene perderse. Voy a recomendar por su belleza o interés religioso, sólo alguna de nuestras procesiones.

El domingo de ramos, desfila la cofradía de los Estudiantes, con la imagen titual del Cristo de la Fe y del Perdón, que sale a las siete de la tarde desde la basícila pontifica de San Miguel, en la calle Sacramente. Su recorrido no puede ser más interesante por las calles más significativas del Madrid de los Austrias. El miércóles santos, desde la iglesia del Carmen y San Luis, calle del Carmen, procesiona Nuestro Padre Jesús de la Salud, conocido popularmente como "Cristo de los Gitanos"; recorre el centro y el Madrid de los Austrias; un buen sitio para su contemplación es en la calle de Cuchilleros.

El jueves santo tenemos dos procesiones ineludibles, y cuyo recorrido prácticamente se solapa por el Madrid del siglo XVII, entorno a Latina y la plaza Mayor. A las siete de la tarde de la iglesia de San Pedro (calle del Nuncio), salen Nuestro Padre Jesús Nazareno ·El Pobre" y María Santísima del Dulce Nombre en su Soledad, una de las procesiones más queridas por los madrileños.

La salida de ambos pasos de la iglesia resulta casi milagroso por su inmensa dificultad. Un buen lugar para verla es en las gradas de la iglesia de San Miguel en la calle Sacramento, pues por allí pasa también la procesión "a la sevilla" con Jesún del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena, que sale a la ocho de la tarde de la Real colegiata de San Isidro (calle de Toledo), tal vez la más espectacular de las procesiones madrileñas.

La salida de la Macarena de la colegita, entre nubes de incienso, pétalos de rosa, al compas de la marcha real, los vítores y aplausos de los fieles, es dificilmente descriptible. Es algo que conviene experimentar en vivo y contemplar como los costaleros mecen el impresionante paso de palio, de barroquísima ornamentación, con áureos candelores y velas enrrizadas, que cobija a María Santísima de la Esperanza Macrena, un momento de belleza inusitada belleza y arrobamiento casi místico, con los agudos sones de los clarines y el repicar de los tambores, o alguna saeta desde un balcón.

Y si impresionante es la salida, no lo es menos la entrada a las dos de la mañana. Es algo que conviene no perderse y conservarlo como alguno de nuestros recuerdos más preciosos. El viernes se pone dificl la elección pues salen tres procesiones a la misma hora, aunque con un recorrido muy cercano las unas de las otras. Es preciso comenzar por la que más fervores levanta, la del milagroso Jesús de Medinaceli, que sale de su basílca en la plaza de Jesús.

Cientos de miles de fieles asisten a esta procesión, la más multitudinaria de las que se celebran en Madrid. A la misma hora sale una de las más singulares de nuestra semana santa, la del Cristo de los Alabaderos, portado y escoltado por los alabarderos de la Guardia Real, que sale del Palacio Real y cierra en la iglesia del Sacramento.

Es una procesión bellísima en su austeridad, acompañada por la seccíon de pífanos y tambores de la música de los Alabarderos. Finalmente casi enfrente de nuestro hostal, sale la procesión del Silencio, que sale de la iglesia del Cristo de la Fe, en la misma calle de Atocha (nº 87), y procesiona por el Madrid de los Autrias. Si estás en nuestro hostal lo mejor es verla en la plaza del Ángel o en la calle Huertas.

Como final nada mejor que degustar esa delicia gastronómica de la semana santa, la humilde torrija (rebanadas fritas de pan empapadas en leche, y luego bañadas en un almíbar de miel), elevadas en muchas pastelerías a summum de la excelencia. Buenos sitios para probar buenas torrijas son las pastelerías El Riojanoo, en la calle Mayor, y la del Pozo, en la calle del Pozo, muy cerca de Sol.