El Rastrillo de Nuevo Futuro cierras sus puertas hasta el próximo año

J. L. Gamallo. Uno de los eventos sociales más concurridos, previos a la Navidad, es el Rastrillo de Nuevo Futuro, que desde hace varios años se celebra en el Pabellón la Pipa, ubicado en el recinto de la antigua Feria del Campo. Y no es para menos pues uno de los lugares de visita obligatoria para ser y ser vistos. Muchos famosos y famosas se acercan bien sea para estar delante o detrás de alguno de los cientos de puestos o establecimientos de comidas y bebidas.

El Rastrillo está organizado por una institucion sin ánimo de lucro, fundanda en 1968 con el fin de proteger a la infancia y la adolesciencia sin medios, acogidos en pisos con sólo pequeños grupos acargo de un cuidador. Tienen centros en España, Portugal, Hispanoamérica y África. En la Semana del Rastrillo se ve acaso la cara más externa, pues atienden al público los colaboradores de relumbrón en la vida social, como empresarios, nobles, artistas, etc.

Pero detrás hay todo un equipo de trabajadores sociales, licenciados, pedagogos, encargados de sacar adelante a los niños. Todo eso requiere dinero, y el Rastrillo, con las entras y las ventas son una buena fuente de financiación. Debe ser considerada una institución ejemplar, ya que digamos que sólo aparece en la prensa la semana del Rastrillo, el resto del año se dedican a su cometido. 

Ahora que en muchos ambientes este tipo de "caridad" está muy denostado o criticado, donde las damas de la buena sociedad durante unos días cambian sus papeles, el fin en sí es bueno, y el medio es perfectamente plausible, con ese dinero se ayuda a niños a salir adelante, se puede pasar un rato agradable, comprar algo a buen precio, tomar algún aperitivo, codearse con famosos, etc. Podría ser perfectamente comparable con las ONG a donde se apuntan muchos progres donde ejercen la "solidaridad" y se marchan a Mozambique a hacerse fotos con los naturales desvalidos.

En el Rastrillo se puede comprar de casi todo y muchas veces a precios interesantes. Hay muchas antigüedades, objetos de decoración, muchos complementos para la mujer, ropa, perfumes, etc. La lista sería enorme. Y te puede atender una Gran Duquesa de Ruisa, una sobrina del Rey de España o una diseñadora de primerísima fila. ¿Hay quién dé más? Para repetir todos los años, sin duda.