Un paseo otoñal por la senda botánica de la Casa de Campo de Madrid

J. L. Gamallo.  No cabe duda que una de las épocas del año para visitar parques y jardines es el otoño, cuando los árboles empiezan a cambiar el color de sus hojas hacia diversas tonalidades del rojo al amarillo, acabando en el marrón oscuro, que signficiará su caida y su paso al letargo invernal esperando la llegada de la primavera. Así, este es un magnífico momento para acercarse a alguno de los muchos y bellos jardines con los que cuenta Madrid.

El Retiro, dada su estratégica situación en el centro de Madrid, es el más visitado y con todos los merecimientos. Por desgracia la Casa de Campo no recibe tantas visitas de los turistas que nos visitan, y en estos días del mes de noviembre pasear por la misma es una experiencia sumamente placentera y gratificante para los sentidos.

Lo más recomendable es ir en metro hasta la Estación de Lago, y recorrer la Senda Botánica, que corre paralela al Paseo de los Castaños y al Arroyo de Meaques. Recorrerla es sumergirse en una maravillosa sinfonía de colores y de especies arbóreas, una especie de bellísimo bosque de castaños, olmos, labiérnagos, fresnos, álamos blancos, encinas, sauces, robles, mencionando sólos las especies más destacables.

Resulta increible como estas especies nos sumergen en un mundo lleno de armonia mediante el cambio cromático estacional de sus hojas. Si en un principio la Casa de Campo se podría considerar como un bosque más o menos mediterráneo, con abundacia de pinos y encinas, la mano del hombre ha ido introduciendo nuevas especies arbóreas, que durante el otoño le proporcionan ese fantástico colorido, con una amplísimas gama de variedades y matices.

De trecho en trecho hay carteles explicativos, señalando muchas de las especies junto a las que se pasa. La primera etapa de la Senda concluye a la altura del albergue juvenil Richar Schirren. En este punto hay que decir si se retrocede de nuevo hacia el lago ahora por la senda que transcurre por el paseo de los plátanos, seguir por la senda en dirección hacia el parque de atracciones, donde se puede disfrutar de un maravilloso robledal, con infinitos tonos de amarillo.