Monasterio de San Jerónimo el Real

J. L. Gamallo. En los tiempos actuales la figura gigantesta de los Reyes Católicos por su significado apabullador en la Historia de Moderna de España, no tiene "buena prensa", especialmente esa figura extraordinaria que fue Isabel I, que un mundo absolutamente masculino supo enfrentarse a los hombres que la rodeaban, incluido a su propio esposa, y hacer valer sus derechos como reina propietaria de Castilla. Una figura singular que no se suele, repetir. Contra lo que pueda parecer era un mujer sensible y culta, imbuida del espíritu renacentista de la época.

No en vano doña Beatriz Galindo, llamada la Latina por sus conocimientos de la lengua del Lacio, fue la preceptora de las infantas, mujeres también cultas e imbuida de los nuevos aires del conocimiento que venían de Italia. Así, la corte aún itinerante, estaba llena de poetas áulicos, preceptores, propagandistas, dispuestos a una magna obra que difundiría el nuevo mensaje político de unificación, superando las banderías medievales que durante casi dos siglos dividieron Castilla.

Aunque en el imaginario Toledo, la vieja capital visigoda, la capital primada, seguía siendo principal ciudad, pero los Reyes viajaban incesantemente, de manera que iban levantando diferente construcciones a medio camino entre el monasterio y el palacio donde alojar la corte. Aunque desgraciadamente poco tiene ya que ver con el original, de los modificados que está a lo largo de 500 años, la villa y corte puede decir con orgullo que cuenta con una fundación debida a los grandes monarcas católicos.

es monarcas.

Es el llamado Monasterio de San Jerónimo Real, consagrado al gran padre de la Iglesia. Su fisonomía es bien conocida por todos los turistas que nos vista, su silueta gótica se eleva por encima del Prado, hacia el Retiro. Parece que fue construido entre 1503 y 1505, y por ejemplo, frente al Santo Tomás El Real abulense es una obra modesta, pero al estar en la villa y corte es casi más famoso. Los muros debieron ser ladrillos, y ayunos de la ornamentación exhuberante del estilo isabel.

La peregrina idea de Felipe II de traer a Madrid la capital de su orbital imperio, carente de infraestructura de todo tipo para sustentar el burocracia, alto clero, aristocracia, etc., convirtió al Monasterio en uno de los centros de la vida política cuando el Príncipe de Asturias juraba como heredero. Aquí se casó el 31 de mayo de 1906 Alfonso XIII con la princesa británica Victoria. La villa seguía careciendo de un templo de prestancia para actos regios. San Jerónimo en su "humildad" seguía acogiendo a los Reyes. El último gran acto que acogió fue la Misa del Espíritu Santo pronunciada por el cardenal Tarancón, con motivo de la exaltación al trono de España de la S.M. Don Juan Carlos I.

Sigue siendo una de las iglesias más renombradas entre los madrileños para actos religiosos de alto nivel, ya sean bodas o funerales. Durante la invasión el monasterio fue convertido en cuartel, siendo restaurado después de la contienda por Ripullés. De todas formas la principal interveción que se ha producido durante las obras de ampliación del vecino Museo del Prado durante el año 2007, bajo la dirección de Rafael Moneo. El claustro ha sido cedido al Prado, donde se ha levantado el famoso "cubo" moneano. La iglesia ha sido completamente restaurada y recuperada. La visita al templo neogótico supone un agradable contraste con el neoclasicismo del Prado. Además, lógicamente, se puede visitar sin agobios. Las prisas de las visitas actuales impide disfrtar plenamente de todo. Muchos turistas se acercan para hacerse una foto en la esclinata o disfrtar de la bella panorámica que de la villa y corte desde allí se disfruta.