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La Semana de la Ciencia de Madrid
J. L. Gamallo. Uno de los fenómenos más interesantes que se producen en el otoño madrileño, y que conviene acercarse y disfrutar del mismo es la Semana de la Ciencia, patrocinada por la Comunidad de Madrid. Durante esa Semana (bueno en realidad son dos), se programan una gran variedad de actividades de todo tipo: conferencias, visitas a museos y centros de investigación, jornadas de puertas abiertas, talleres infantiles, etc. El número de actos es realmente apullante y la respuesta de los madrileños supera todas las previsiones.
La Semana de la Ciencia de Madrid
J. L. Gamallo. Uno de los fenómenos más interesantes que se producen en el otoño madrileño, y que conviene acercarse y disfrutar del mismo es la Semana de la Ciencia, patrocinada por la Comunidad de Madrid. Durante esa Semana (bueno en realidad son dos), se programan una gran variedad de actividades de todo tipo: conferencias, visitas a museos y centros de investigación, jornadas de puertas abiertas, talleres infantiles, etc. El número de actos es realmente apullante y la respuesta de los madrileños supera todas las previsiones.
La iglesia de San Sebastián, la parroquia de los literatos áureos
J. L. Gamallo. El denominado Barrio de las Letras o de las Musas recibe tal nombre por haber sido
La mujer de Coslada ¿Venus en la periferia?
J. L. Gamallo. En los años 60 y 70 del siglo XX buena parte de las pequeñas localidades en las proximidades de Madrid tuvieron un crecimiento desmesurado y anárquico para acoger a las masas de emigrantes, que principalmente de Extremadura y Andalucía, buscaban trabajo en la capital.
El Palacio Longoria, joya del modernismo madrileño
J. L. Gamallo. La capital de España, Madrid, cuenta con importantes monumentos de diferentes estilos artísticos que se han venido sucediendo en Europa, desde la Edad Media. Pero hay un espléndido movimieno artístico del que Madrid carece de una amplia panoplia, el modernismo. A diferencia de Barcelona, que cuena con un impresionante catálogo de edificios y casas modernistas, en Madrid los ejemplares se pueden contar con la mano.
La Puerta de Alcalá
J. L. Gamallo. Buena parte de las principales capitales del mundo suelen tener algún monumento o edificio particular que las caracteriza, y es su imagen parlante a los ojos de sus habitantes, o sus visitantes. Así la torre Eiffel es el icono sintomático de París, la Puerta de Brandemburgo de Berlín, las Casas del Parlmento de Londres, el Coliseo de Roma, el puente Rodolfo de Praga.
Serrano, pasarela de la moda
J. L. Gamallo. Después de dos años de trabajos, que para los vecinos y comercios se les debe de haber parecido el doble de tiempo, las obras del megaparcamiento de la calle Serrano, sinómino de la elegancia, la exclusividad, y elitismo madrileño, han llegado a su aparente final. Los empeños de envegadura desmedida no arredran al sr, alcalde, que decidió la construcción del padre de todos los aparcamientos subterráneos en la calle Serrano, con capacidad para 3000 vehículos sólamente.
El castillo de la Alameda de Osuna
J. L. Gamallo. Hay una famosa quintilla de Moratín que dice: Madrid, castillo famoso / que al rey moro alivia el miedo, / arde en fiestas en su coso, / por ser el natal dichoso / de Alimenón de Toledo. Puede parece curioso que se hable de Madrid como de un castillo, y ciertamente esos fueron sus orígenes de la capital del Reino de España, un castillo sobre las terrazas del Manzanares.
El Oratorio del Caballero de Gracia
J. L. Gamallo. Para la mayoría de los viajeros que visitan Madrid, pasear por la Gran Vía es una cita obligada, visitar sus centros comerciales, cines, teatros, todo tipo de bares y cafeterías.
Aranjuez. De motines y jardines.
J. L. Gamallo.- Durante el mes de septiembre la bella ciudad ribereña celebra sus famosas fiestas del Motín, que rememoran los sucesos acaecidos el 19 de marzo de 1808 en este Real Sitio, cuando las luchas e intrigas entre los partidarios de Godoy y del Príncipe de Asturias, dan como resultado un levantamiento contra el Príncipe de la Paz, dirigido por los partidarios del futuro de Fernando VII, que salvó de ser linchado por la intervención de éste en última instancia. Carlos IV abdicó en su hijo ese mismo día.